Mirando hacia atrás
En 2002, nos conocimos en una panadería-pastelería del distrito 12 de París.
Yo, un cliente, y Fabien, el gerente de la tienda.
Fabien siente verdadera pasión por la pastelería desde niño, pero debería haber estudiado contabilidad. Tras una primera experiencia en una empresa de contabilidad, enseguida se dio cuenta de que ese no era su trabajo.
Antes trabajaba como analista de negocio para la SNCF.
Los dos teníamos 24 años y nos enamoramos.
Así que decidimos emprender en solitario.
Compartíamos los mismos valores de trabajo duro, perseverancia y resistencia, sabiendo que las dificultades sólo refuerzan nuestra determinación, aunque a veces puedan ser dolorosas.
A lo largo de los años, hemos abierto dos panaderías y pastelerías en la región parisina mientras criábamos a nuestros dos hijos.
Mucha gente pensaba que éramos felices, pero al final nos dimos cuenta de que algo iba mal en nuestras vidas.
Estábamos constantemente bajo presión y nos alejábamos de nuestra verdadera pasión, la pastelería. Empezamos a buscar un sentido a nuestras vidas y a escuchar nuestro corazón y nuestra intuición.
Abrimos "Passage à Paris" en septiembre de 2019, pero unas semanas más tarde llegó COVID, lo que dificultó aún más este periodo. Sin embargo, superamos todas las dificultades y seguimos adelante gracias al increíble apoyo y la confianza de nuestros clientes.
Ahora, en 2023, hemos aprendido a seguir nuestro corazón y a asumir riesgos, aunque eso signifique salir de nuestra zona de confort. Estamos orgullosos de lo que hemos conseguido hasta ahora y estamos impacientes por ver qué nos depara el futuro, porque tenemos la cabeza llena de proyectos.
La pastelería francesa nos ha elegido para devolverle el lugar que se merece, a base de autenticidad y generosidad. Tememos por su futuro. Pronto será inaccesible para algunos, porque se habrá convertido en un producto de lujo y desaparecerá poco a poco de nuestra memoria gustativa, para ser sustituido por nuestros queridos productos industriales que invaden las estanterías. Queremos mantener "en secreto" este saber hacer haciéndole creer que puede aprenderlo en la pantalla de un ordenador. Proponemos una verdadera experiencia de inmersión, para acompañar lo mejor posible a los profesionales y aficionados deseosos de aprender, y así perpetuar y democratizar este oficio tradicional.